martes, 11 de noviembre de 2014

Noviembre.

Cala el viento las entrañas,
frío hielo que rasga la piel
y ciega los ojos
con afiladas lágrimas
de desesperanza.
Cielo cenizo y angustiado
llora sus perlas en los campos,
mientras las cantarinas gotas
se aferran a las diáfanas copas
de los árboles,
abrazados por Morfeo
en su invernal toque de queda.
Y qué nos queda. ..
Amasando un pedazo
de carne inquieto,
preso y prieto entre los marfiles
de mi pecho,
contando las horas
que aún esperan de agonía
y oscuridad,
sometida al sueño,
a la intemperie del adentro.
A la Nada.

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