sábado, 11 de enero de 2020

El Loco

La vida es una maraña, 

como tela que teje la araña, 

más sin ningún orden

ni simetría. 

Llena de locos, o se les llama, 

que al igual que acróbatas, 

danzan por la seda

donde los cuerdos quedan pegados. 

Y es que el vértigo que da el temblor

anestesia todo sentido, 

erizando la prudencia, 

sumando plomo a pies y manos. 

Llamadme loco, o enajenado, 

censurando mis piruetas. 

Qué más da. 

Voy a recorrer cada rincón

mientras observan desde su esquinazo. 

A enredarme en cada fibra 

como el pelo de un niño desaliñado, 

A tejer una hamaca de recuerdos 

donde descansar mis huesos 

cuando me fallen las ganas.