miércoles, 25 de noviembre de 2009

Redes sociales, la mayor exposición de cuartos de baño on-line.

Un buen día, como otro de tantos, salia de mi casa camino del trabajo cuando coincidimos en el ascensor mi vecina del 7º y yo. Tras darme los buenos días,(lo cual me sorprendió gratamente, pues fue la primera vez que lo hacía en 4 años de convivencia comunitaria) se acercó aun más y con cara de complicidad me pregunto:
-Las cortinas tan monas que tienes en el cuarto de baño... ¿dónde las las has comprado? Es que he pensado que al mío le quedarían ideal, porque mis azulejos son muy parecidos a los tuyos...
Por supuesto, me dejó atónita, y aún más cuando recordé que sus ventanas no están orientadas al mismo patio interior que las mías... ¿Cómo demonios había visto mis cortinas?¿y los azulejos?
Le expliqué que eran un regalo de mi hermana, y que no tenía ni idea de dónde las compró, y ya de paso, le pregunté que si las había visto desde la ventana de alguna otra vecina.
-No, que va, -respondió sonriente- ha sido en el ordenador de mi hijo, entré a su habitación y la foto aparecía en pantalla, enseguida reconocí a tu hija.
¡¡¡¿La foto?!!! No quise saber más. Decidí abrir una investigación por mi cuenta.
Cuando llegué a casa, encendí el ordenador y miré el historial. Si la pantalla hubiese medido tres metros, aun hubiese faltado sitio para desplegar todos aquellos enlaces a páginas visitadas en tan solo la tarde del día anterior.
Pinché al azar y... Allí estaba ella!!! Bueno, ella, la amiga, mi albornoz, el sudoku para tales menesteres propios del habitáculo en cuestión... Etc. Pero lo curioso es que abriese la página que abriese, encontraba fotos de adolescentes (chicos y chicas) semi desnudos fotografiados en el cuarto de baño con su propio teléfono móvil.
Entonces caí en la cuenta: "lo que se lleva" en estos momentos es hacerte usuario de una red social tipo Tuenti, Facebook,, Vota mi cuerpo... y colocar allí tus mejores "fotos de baño" para que los demás usuarios vean lo sugerente que puedes llegar a ser cuando intentas tocarte la nariz con la lengua, te inclinas enseñando aquello que te acaba de crecer o levantas la barbilla como si fueses el Gran "Espalda Plateada" de la manada.
¿Donde están esas bonitas fotos de las vacaciones que siempre nos han gustado enseñar? en vez de "mira, esto es de cuando fui a Mallorca con mis queridos cuñados" los comentarios adjuntos son:"esto en en casa de la Xula" ¿a que molo?". "Tía, estas buenixim@, ¿dónde te encuentro?
Quizá la culpa es nuestra, de los papás, tanto hacerles a los bebés fotos bañándose, tan monos ellos llenitos de espumita, con su patito de goma y demás... ¿Les habremos causado un trauma infantil sin saberlo?,¿Acaso quieren seguir siendo los "protas" y rememoran aquellos momentos para sentirse los "reyes de la casa"?
Y como no vi manera de luchar contra ello, me resigné, ¿qué otra cosa podía hacer ante las nuevas tendencias?
Ahora, antes de irme a trabajar, dejo reluciente mi cuarto de baño, pongo toallas nuevas (las que tenía guardadas para los invitados) cada día y abrillanto el espejo con esmero para no reducir la calidad de imagen, y así, presumir de tener el baño mas Xulo de toda la Web.

martes, 17 de noviembre de 2009

Un minuto para pensar

A veces no decicamos el tiempo necesario para escuchar y entender nuestras necesidades y deseos.
Estamos inmersos en el quehacer diario: todo aquello que "tengo" que hacer hoy, lo que "tengo" que terminar antes de...
Y al final, nos vence el "no tengo tiempo", o el "no tengo ganas".
¿Cuantas veces te has arrepentido y sentido frustrado por haber dejado de hacer algo que anhelabas con todas tus ganas, solo porque te ha vencido la apatía y la monotonía?
Darte cuenta a tiempo pasado, cuando careces de posibilidades, todo porque ese momento es irrepetible y la decisión tomada no era acorde con el verdadero sentimiento que suscitaba dicha acción.
Bien, te propongo algo;
Escoge un minuto, un sólo minuto del día y piensa si lo que estás haciendo en ese momento es lo que realmente te apetece, lo que realmente necesitas, y si no es así, para, imagina e intenta cambiarlo. Saca tiempo y sobre todo, que te sobren las ganas.
Sé que no es un ejercicio fácil, ni tan siquiera lo pretendo, no siempre tendremos la facilidad de mandar todo al "traste" y hacer lo que nos apetezca.
En ese caso, disfruta no de lo que te gustaria hacer, sino de lo que estas haciendo.
Y que no se te escape nada, porque lo que realmente se escapa es la vida dia a dia, lo que dejes a un lado, a un lado quedará. Porque quizá solo hay un sentido, quizá no exista una marcha atrás.
No voy a ser yo quien se pare a averiguarlo. ¿Y tú?