miércoles, 2 de julio de 2014

No me acuses.

"En el juego del deseo  no hay víctimas ni verdugos, sólo jugadores que se rinden a la pasión."

No me acuses de embriagarte
con aromas de noches furtivas,
con sabores que deleitan
y enloquecen tu razón,
con tactos suaves y húmedos
que encadenan tus manos,
con palabras y gemidos excitados
que ensordecen toda resistencia,
con miradas que acrecientan
la urgencia del desenlace.

Soy culpable tan sólo de ésto:
De permitir que te aferrases
con ambas manos a mis senos,
evitando caer, mas fue en vano.

Tus labios buscaron el sabor,
mi cuerpo te ofreció su fruto
mientras el arco de mi espalda
elevaba al cielo entre gritos
el vientre, palpitante de deseos
que emanan cálidas esencias.
Tensión que provoca desgarros,
sed insaciable, delirio,
blancos muslos temblorosos
atrapando tus sienes un instante,
manteniendo cautivo el tiempo...

No me culpes... de embriagarte,
fue la esencia de dulces notas
capaces de desarmar voluntades
y crear adicción eterna...

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